Cada unidad cuenta con terrazas techadas que filtran el sol y la lluvia, y permiten habitar el exterior con comodidad.  La materialidad responde al clima costero: estuco hidrofóbico, piedra laja y pergolados que garantizan durabilidad y bajo mantenimiento. El rooftop se habilita como espacio común con sky lounge, jardines, terrazas y vistas abiertas. Chelem 114 propone una forma de habitar el litoral con respeto, sobriedad y contemplación. No busca imponerse, sino convivir: con el paisaje, el clima y la historia del lugar.

Cada unidad cuenta con terrazas techadas que filtran el sol y la lluvia, y permiten habitar el exterior con comodidad.  La materialidad responde al clima costero: estuco hidrofóbico, piedra laja y pergolados que garantizan durabilidad y bajo mantenimiento. El rooftop se habilita como espacio común con sky lounge, jardines, terrazas y vistas abiertas. Chelem 114 propone una forma de habitar el litoral con respeto, sobriedad y contemplación. No busca imponerse, sino convivir: con el paisaje, el clima y la historia del lugar.

Cada unidad cuenta con terrazas techadas que filtran el sol y la lluvia, y permiten habitar el exterior con comodidad.  La materialidad responde al clima costero: estuco hidrofóbico, piedra laja y pergolados que garantizan durabilidad y bajo mantenimiento. El rooftop se habilita como espacio común con sky lounge, jardines, terrazas y vistas abiertas. Chelem 114 propone una forma de habitar el litoral con respeto, sobriedad y contemplación. No busca imponerse, sino convivir: con el paisaje, el clima y la historia del lugar.

Cada unidad cuenta con terrazas techadas que filtran el sol y la lluvia, y permiten habitar el exterior con comodidad.  La materialidad responde al clima costero: estuco hidrofóbico, piedra laja y pergolados que garantizan durabilidad y bajo mantenimiento. El rooftop se habilita como espacio común con sky lounge, jardines, terrazas y vistas abiertas. Chelem 114 propone una forma de habitar el litoral con respeto, sobriedad y contemplación. No busca imponerse, sino convivir: con el paisaje, el clima y la historia del lugar.

 El edificio se retranquea de la línea de playa para liberar el frente como área común, donde se ubican una piscina lineal, terrazas, vegetación nativa y espacios abiertos que funcionan como transición entre lo urbano y lo natural. Esta franja se convierte en un umbral entre la vida del pueblo y el horizonte marino. La torre, de ocho niveles, se cierra hacia los costados y se abre al norte para capturar las vistas al mar y aprovechar la ventilación cruzada. Cada unidad cuenta con terrazas techadas que filtran el sol y la lluvia, y permiten habitar el exterior con comodidad. La materialidad responde al clima costero: estuco hidrofóbico, piedra laja y pergolados que garantizan durabilidad y bajo mantenimiento. El rooftop se habilita como espacio común con sky lounge, jardines, terrazas y vistas abiertas. Chelem 114 propone una forma de habitar el litoral con respeto, sobriedad y contemplación. No busca imponerse, sino convivir: con el paisaje, el clima y la historia del lugar.